miércoles, 21 de octubre de 2009

Clasificados y clasificaciones



Salvador Mercado nos presenta en los capítulos 5 y 6, algunas precisiones acerca de cómo clasificar las Relaciones Públicas.

Así, nos plantea una primera clasificación, partiendo desde el punto de vista de sus destinatarios:

1.- Aquí tendremos a las Relaciones Públicas Internas
2.- Relaciones Públicas Externas o Generales

Luego, nos plantea una segunda clasificación, esta vez desde los emisores:

1.- Relaciones Públicas Personales.
2.- Relaciones Públicas Empresariales
3.- Relaciones Públicas Institucionales
4.- Realciones Públicas Políticas
5.- Relaciones Públicas Internacionales

Lo primero que haremos, entonces, será definir cada una de estas clasificaciones.

Cuando nos referimos a las Relaciones Públicas Internas hablamos básicamente del trabajo que se puede, y que se TIENE que realizar con el público interno de una empresa, es decir con el personal de la misma. Y básicamente el objetivo que se quiere lograr es el mismo objetivo que buscan las relaciones públicas generales, me refiero a la mejora y realce de la imagen de una institución. Entonces lo que buscamos es comprometer al trabajador con las políticas de la empresa, generar una forma única de comunicación que proyecte una fuerte imagen de la marca.

Por otro lado, las relaciones públicas externas responden básicamente a lo de afuera de la empresa. Como mencioné anteriormente, su objetivo es el mismo que persiguen todas, proyectar una buena imagen de la empresa. Sin embargo, aquí el público objetivo será todo aquél que esté ligado a los procesos de la empresa, sin trabajar dentro de ella. Esto nos beneficiará porque lograremos crear vínculos más estrechos de trabajo, que facilitarán las relaciones entre ambas partes.

Las Relaciones Públicas Personales. Esta clasificación está ligada, sin ser frívola, a la imagen de algún personaje público. Así, el autor refiere a todo el trabajo de fondo que se tiene que realizar, por ejemplo, con los actores de cine o cantantes, quienes tienen que trabajar una imagen que proyectar, y como en las leyes, cada cosa que digan podrá ser usada en su contra.

Hablar de las Relaciones Públicas Empresariales, a estas alturas del partido, sería sinceramente ocioso; básicamente porque si hablamos de "empresariales" nos referimos al concepto de mejora de la imagen de una empresa. Es decir, es el término que todo ciudadano, común y silvestre, entendería por relaciones públicas.

Ahroa bien, las Relaciones Públicas Institucionales, son aquellas que están ligadas a la imagen de las organizaciones sin fines de lucro, llámese ONG's, Organizaciones de Base, etc. Para estas organizaciones, la publicidad que se aplique no podrá ser tan agresiva, debido a sus razones de ser que apuntan a causas nobles. Es así que una campaña ideal para estas organizaciones sin fines de lucro, sería presentar un buen resúmen de todos los trabajos que han realizado, y resaltar así su justa y noble causa.

Las Relaciones Públicas Políticas, hacen referencia a todas aquellas campañas de RRPP, relacionadas a mejorar la imagen de los alicaídos políticos. En el Perú, más allá de ser un tema casi de suicidio, podría responder a mejorar las promesas que nunca se podrán cumplir, o las gorduras impresentables, que bien se podrían adelgazar, o los adelgazamientos mentales, que bien podrían engordarse al menos un poquito.

Y finalmente, y no por eso menos importante, las Relaciones Públicas Internacionales, sean quizá la parte más delicada de todo este asunto de clasificaciones. Es la forma de proyectar una identidad de país, una imagen de "marca" país. Para ellos las herramientas son innumerables. Desde explotar cualquier cualidad artísticas, de expresión de un país, como su calidad culinaria, sus alucinantes monumentos históricos, su arte, su cultura, sus habitantes, y cuantas beldades domésticas podamos resaltar.

lunes, 21 de septiembre de 2009

Mejorando la casa.


El mundo de hoy enfrenta una serie de cambios que suceden día a día en el mundo globalizado en el que vivimos. Y ello implica también una serie de retos que las empresas deben enfrentar, y así mismo, preocuparse por desarrollar una mejor imagen para sí mismos.

Mejorar la visión de una empresa.
Nos señala el autor la necesidad de las empresas de hoy, de mejorar la visión que proyectamos hacia fuera. Y al respecto, entendamos la visión como la proyección institucional que generamos en las personas, y sobre todo, en nuestros públicos principales. Así, podemos llegar a un primer punto, que es un dolor de cabeza para muchos empresarios… invertir en la mejora de la imagen de la empresa, ¿justifica el gasto? Al respecto, las propuestas del autor son ciertamente positivas. Sin embargo, hay algunos puntos que podríamos revisar con mayor profundidad, más aún si contemplamos el hecho de que se trata de una inversión que atraerá futuros réditos a nuestras instituciones.

Así, tendremos algunas preguntas básicas a plantearnos, antes de realizar una inversión en balde:

v ¿La imagen de la empresa se puede ligar a la imagen de algún producto, o pasa desapercibida, porque sus marcas tienen identidad propia? Esto tiene dos aristas a analizar: la primera, ligada a un producto, podría resultar un arma de doble filo. Esto porque si el producto top, dejara alguna vez de tener cabida en el mercado, o presentar algún problema de imagen, la empresa se vería afectada fuertemente también. En el segundo caso, si sus marcas, o submarcas, tienen identidad persé, igual podríamos encontrar un serio problema: que la gente no sepa cuál es la empresa detrás de esos productos. Esto graficaría una importante pérdida, en cuanto a construir una imagen positiva se trata.

v ¿Sus productos son de bajo precio, o de alto precio... que pueden considerarse inversiones? Aquí debemos analizar cuál es el costo de nuestros productos en el mercado, y poder saber de esa forma, de qué modo deberemos plantear una imagen de la empresa. Por ejemplo, si nos referimos a productos al menudeo, entonces la imagen de la empresa podría tener mayor facilidad de impacto en el público, por lo que habrá que preocuparse siempre por la calidad del producto. Por otro lado, si nuestros productos son tan altos, que el simple hecho de adquirir uno represente más que un gasto, una inversión, como el hecho de adquirir un auto serie 5 de BMW, entonces sabemos que estamos apuntando hacia un sector que valora mucho más el tema de imagen, que ya el producto ligado a nosotros, tendrá un contexto de status intrínseco.

v ¿La imagen de la empresa depende de contar con los mejores profesionales? La reputación actual ¿es buena o mala? Si nuestra empresa se interesa y se preocupa por contar con los mejores profesionales, entonces nuestra campaña de imagen institucional deberá estar ligada a reflejar nuestra gran calidad de servicio, y resaltar constantemente, la idoneidad y gran capacidad de nuestros trabajadores. Por el contrario, si nuestra reputación es buena, entonces el camino estará más llano a realizar una campaña para sostener nuestra imagen, y buscar medio de mejorarla. Si nuestra reputación es mala, lo primero será buscar comunicar una imagen de efectividad, y luego buscar reforzarla con la calidad de nuestros trabajadores. La inversión aquí, se verá reflejada óptimamente en la mejora de nuestras ventas.

Así, con las ideas más aterrizadas, Salvador Mercado nos lleva a un punto crucial, cuando de imagen se trata… la Imagen Corporativa. La imagen no la pueden lograr solamente los gerentes, todo el mundo tiene una opinión de la empresa. Para ello, es vital realizar trabajo de investigación. A más inversión en comunicación, mayores resultados obtendremos. Una campaña de encuestas nos puede mostrar con un gran panorama qué imagen proyectamos, que puntos son los más débiles, y cuáles son nuestras virtudes ante el público. Lo importante de las encuestas es el bajo costo, y la relativa facilidad de aplicación que representan.

Así, podremos realizar estudios de reconocimiento, que nos dan una idea acerca de cuál es el conocimiento de la gente hacia la empresa, y cuál es la actitud que tienen hacia nosotros. Cuando hablamos de encuestas de reconocimiento, nos referimos a encuestas cuantitativas que nos permitirán establecer cuál es el grado de aceptación de la empresa entre la gente.
Por otro lado, el autor señala también como una herramienta los estudios de opinión, que de igual forma están ligado a la proyección de la imagen que la empresa tiene en las personas, y que opinan sobre nosotros.

Y un aspecto muy bueno a resaltar del libro, es el relacionado a los estudios de la moral. No se trata de reflexiones inconsecuentes, sino más bien de encuestas a empleados para descubrir problemas en las comunicaciones. Es decir, analizar nuestro público interno, para saber de las opiniones, grado de satisfaccion, etc., que nuestra propia fuerza de trabajo siente.

Finalmente, tenemos las Entrevistas Cualitativas de Fondo, que son encuestas hechas por especialistas, psiquiatras, sociólogos, a personas más influyentes, o más importantes, o de mayor nivel cultural, que se realizan directamente con la personas en sus hogares, o en sus oficinas. La diferencia de éstas, es que son más profundas, más costosas, y más personales.

La otra forma de recolección de información son los Grupos de Foco, o los Focus Group. Éstos consisten en armar grupos de 6 o 12 personas, que han sido seleccionados por tener cierta afinidad con el tema a investigar, y a los cuales se les someterá a una serie de preguntas y actividades de grupo, a fin de descubrir qué aceptación tienen de la empresa, saber qué les gusta, qué les disgusta, y obtener posibles respuestas. Toda la reunión será liderada por un moderador, que será quien conduzca el Focus. Su realización, sin embargo, resulta más costosa.

Identidad Corporativa
La Identidad no es otra cosa que la personalidad construida por la empresa, gracias a las actitudes que proyecta, y a la identidad visual que la caracterice.
La identidad visual estará compuesta por símbolos, es la marca que representa a la empresa. Aquí tendremos al logotipo, que será el nombre de la empresa, en letras e iniciales, y palabras. Al respecto, otra parte de la teoría señala que se trata de algo diferente cuando nos referimos al isotipo, y al logotipo, siendo el primero referido a la imagen y los colores, y el logotipo al nombre en letras; las dos piezas juntas formarán el isologotipo.

Es en esta etapa donde se deciden qué colores se mostrarán en nuestro nombre, qué tipo de letras, respondiendo siempre a una lógica semiótica, y podremos definir así nuestro nombre comunicativo, que será el nombre comercial de la empresa, por el cual queremos ser recordados en las personas, y el nombre real.

Finalmente, para referirnos a este punto, deberemos considerar un tema interesante: la Gramática Corporativa. Ésta irá ligada directamente a la identidad de la empresa, con la estructura de la comunicación que mantiene la empresa. Es decir, nos plantea aquí el autor, buscar mantener un estándar de comunicación que nos caracterice. Un tema muy usual y recurrente aquí es que los directivos no conocen bien de la dirección de imagen, y se asesoran por personas no muy familiarizadas con el tema, por lo cual se termina desvirtuando todo el concepto de imagen. Una última recomendación aquí será prestar atención a los llamados semantemas, que son las formas de comunicar para los diferentes grupos. Así, no es igual dirigirse a los trabajadores de una empresa, o a los gerentes, que a los clientes, o a los proveedores.

La imagen de una empresa, entonces, se construye en base a investigación, y aplicación de los resultados obtenidos, buscando así transmitir una idea propia, original, creativa, bajo un mismo formato, que a la postre nos identifique y a la vez resalte del resto.

jueves, 27 de agosto de 2009

Planeación de la Función de las Relaciones Públicas


A todos debe quedarnos claro que para alcanzar una meta deseada deberemos antes trazar correctamente el camino a seguir para conseguir dicha meta. Si de Relaciones Públicas hablamos, el hecho es aún más urgente, vital.

El primer paso a seguir refiere a la comunicación, básicamente con el grupo interno, que es nuestra principal fuente motriz. Deberemos ser capaces de comunicar los objetivos y políticas de la empresa, para poder apuntar todos a un mismo sentido, y mejorar la comunicación en todos los niveles internos.

Ahora bien, de acuerdo a lo que nos señala Salvador Mercado, es posible dividir la planeación de la función de la relaciones públicas en tres etapas principales a) investigación; b) elaboración de planes y programas generales o alternativos y c) elaboración de planes y programas específicos.

La investigación no es otra cosa que analizar el terreno antes de tomar una decisión. No basta con hacer a caso a lo que la mayoría dice. Es preciso estar seguros. Para ello, el motivo de seguir una investigación será apuntar hacia dos flancos principales: determinar cuál es el problema y cuáles son los objetivos a los que queremos llegar; y luego de saber cuál es el problema, analizar el mismo.

Quizás la explicación del autor en este punto resulte un tanto escueta, ya que finalmente toda esta acción podríamos resumirla en la creación de un brief, que de acuerdo a Molinè, consiste en un documento con instrucciones sobre cuál será nuestra misión a solucionar. Sea como fuere, lo primero que tendremos que hacer será definir concretamente cuál es el problema para el cual requerimos una acción de relaciones públicas, y cuál es el público que deberemos investigar. Con estas herramientas podremos delimitar cuál es el público al que debemos llegar, y qué resultados esperamos obtener. No olvidar que debemos saber distinguir los objetivos de largo plazo, de aquellos de corto plazo. Luego de esto, podremos pasar a analizar en sí el tema, definiendo cada uno de los puntos a tratar, y analizar uno por uno.

Ya situados en la fase de análisis del problema, el autor señala que existen dos formas para analizar la opinión de los públicos:

  1. Los métodos informales, que son los más limitados porque no pueden representar al todo de la población. En estos grupos no se ha hecho un previo análisis estadístico para seleccionar a los participantes de la muestra, sino que han sido seleccionados al azahar. Entre estos métodos podemos hablar de a) análisis de quejas y sugerencias; b) análisis de contenido; c) análisis de informe de personal, etc.
  2. Los métodos formales, por otro lado, ofrecen mayores ventajas porque sí pueden ser considerados como representativos de un grupo total de pobladores. Son métodos más costosos, pero resultan más objetivos. Dentro de éstos métodos tenemos a las encuestas, a los sondeos de opinión.

Si optamos por utilizar una recolección de información de los públicos utilizando los métodos formales, entonces será preciso confeccionar un cuestionario riguroso del cual obtendremos nuestra información. Para ello emplearemos preguntas abiertas o cerradas. Las primeras planten preguntas que no solamente se responden con un sí o no, es decir que permiten una respuesta aún más explayada por parte del público. El problema de este tipo de preguntas reside en la tabulación de las respuestas al momento de realizar un cruce de resultados. La otra vía es usar preguntas cerradas. Las típicas de sí o no.

Sin embargo, más allá de grandes preguntas y magistrales cuestionarios, no hay que dejar de tener presente que entrevistamos a personas, que por su condición natural, fallan, mienten, o responden a medias, para aparentar mejores condiciones de vida, o quién sabe. La solución más acertada es comunicar el carácter de anonimato de las encuestas.

Cuando sepamos cuál es el problema, y lo hayamos analizado a fondo, será momento de decidir qué haremos ahora, lo que no es otra cosa que el PLAN a seguir.Y si a este plan le podemos calcular presupuestos a invertir, y qué tiempo tomará cada fase, entonces estaremos hablando de un PROGRAMA.

Luego de toda esta introducción, el autor nos muestra cuáles son en realidad las funciones de las relaciones públicas. Entre los principales roles, nos menciona el preparar discursos para repotenciar la imagen de la empresa; montar conferencias de prensa; planear campañas publicitarias; concertar entrevistas; etc.

La crítica en esta parte del libro, sea quizás el hecho de utilizar la relación que mantienen las celebridades con los medios, y la necesidad que tienen de hacer uso de relacionistas públicos. Podríamos utilizar ejemplos más frescos, como empresas en crisis, o algo similar, ¿o no? Más aún si “redondeamos” la idea de que en parte de las funciones o “maniobras” del relacionista público pueda estar el inventar una historia, o exagerar (mentir) sobre algún hecho de la celebridad, para buscar mejorar su imagen.

Finalmente, para referirnos a la planeación de la campaña de Relaciones Públicas, deberemos seguir ciertos pasos:

  1. Investigación, para la obtención de datos, puesto que tal y como lo dijimos es preciso realizar un estudio de los públicos, y no basarse en supuestos.
  2. Valoración, para hacernos una idea real y concreta de cuál es la imagen de nuestra empresa, basándonos en los resultados de nuestra investigación.
  3. Objetivos. Esta parte del plan deberá estudiarse tanto por el equipo de relaciones públicas, como por el equipo de dirección de la empresa. Básicamente nos mostrarán cuáles son los alcances que podremos tener con la acción de relaciones públicas, lo que delimitará un poco nuestra acción, y evitar prometer algo inviable. Esto, a su vez, nos llevará a tener
  4. Blancos definidos, que no serán otra cosa que la definición e identificación de qué parte del público debemos trabajar, para solucionar nuestro problema
  5. Finalmente, luego de tener todo claro, deberemos plantearnos qué Métodos Seguir. El autor sugiere conferencias de prensa; entrevistas con prensa especializada; preparar material de información fidedigna; participar de eventos; integrar a la empresa dentro del grupo de las empresas más representativas del rubro.